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A medida que la tecnología avanza el ser humano se desliga cada vez más de una vida natural. ¿No deberían los animales ser igualmente parte de este proceso de anti naturalización? Después de todo, ¿no son (y somos) sino una especie más dentro de la Tierra?
El estereotipo de zoológico bio y natural caduca y surge una nueva forma de pensamiento; animales que disfrutan de un ecosistema introvertido, artificial; viviendo armoniosamente dentro de él. El Hi-Tech como herramienta, transforma la concepción negativa de un ecosistema artificial.
La propuesta de zoológico se incorpora en el skyline de Buenos Aires. La introversión del proyecto es tal que la distancia a la ciudad no condiciona el bienestar de los animales.
Aunque las bases del concurso sugieren alejar –horizontal y verticalmente- a los animales de su hábitat, esta propuesta los habilita a vivir, sin notarlo, en su nuevo y propio mundo de plástico.